Como no volvía a Matahuasi desde hace más de 8 años, no supe que la Umbelina había muerto. Fui a su casa con Lichi y sus hermanos, y por primera vez entré a ese pequeño lugar, ahora sin una parte del cieloraso y techo... Allí me enteré, recién, de que la Umbelina había arrastrado una enfermedad mental casi toda su vida y por eso vivía en esa casa más pequeña que un cuarto. Todas sus cosas se las habían llevado sus hijos, y adentro solo habían tejas rotas, maleza crecida y caca de toros y perros. De triste forma sacié la curiosidad por saber como era su casa por dentro, estúpidamente me trepé a una de las vigas para ver la Era, la casa del tío Victor y el interior de la casa de la Umbe, antes de saltar e irme.
viernes, 11 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario