sábado, 16 de enero de 2010

El Arpista ciego


1
¿De dónde sacaste tu poncho?
¿Quién eligió el color de cartulina sobre el que escribirías tu súplica?
¿Hace cuánto que quisieras dejar de tocar el arpa?
¿La silla sobre la que te sientas es alquilada, prestada o regalada o no importa?
¿De qué procedencia es tu listón en el sombrero?
¿Hace cuanto que no sientes el escozor al sentir una fuerte mirada recorriéndote la nuca?

2
¿Quíen te dijo que podías estar aquí?
¿Por qué no es mejor dejarse morir, así, de forma árida y dulce, sobre las rocas o el pasto, que al final todo da lo mismo?
¿Quisieras matar a alguien, morir por alguien, dejarte morir por alguien?
¿De cuanto en cuanto tiempo cambias de lugar para evitar que la gente se aburra de ti, por repetición por hastío, por asco?

3
¿En qué número de repetición sientes que la canción que tocas te llaga los dedos?

2 comentarios:

Kenmei dijo...

Oye, todas esas preguntas se las hiciste a ese patin?

Anónimo dijo...

Chino, deja de preguntar huevadas, eso te ensenaron en comunica?