martes, 5 de enero de 2010
2009
Nunca he sido un chico de balances, a veces ni me fijaba en los detalles que hacía al mirar atras, por eso me sorprendió ver que este último año de la década realmente fue uno de los más extraños, tan jodido tan radiante que realmente mi vida se encargó de ponerme donde quiso, para bien o para mal.
Me gusta saber que comienzo una nueva década, ¿pero el tiempo y el calendario al final son convenciones, qué podría cambiar? He vivido como desarraigado, a cada rato me parece que despertara de algo y tuviera un recuerdo vago de las cosas que me han precedido. Pero me siento como emocionado, y creo que sostendré esta sensación hasta que las manos me ardan y tenga que soltarla.
La vibración de este tiempo no me gusta, pero la necesito por ahora, para contaminarme, para crecer dentro de la inmundicia de las cosas decentes, quiero volver al apego, a los cables desnudos y dejar crecer el vacío, todo lo necesitaré, y espero no chocarme hasta que sea bien necesario.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Ir desnudo es una disposición del alma.
Un beso siempre
MILI
para bien mejor
Publicar un comentario