viernes, 12 de noviembre de 2010

Apoyando los codos


Veo el mercado a una hora de tarde. Me agrada el movimiento opaco de los productos, el andar agotado de los vendedores. El día se está terminando y algunas señoras guardan sus productos con calma, qué diferencia con el mercado de flores donde las personas se apurana a ocultar las plantas de la luz solar o la falta de agua.

Aquí es diferente, el polvo se estanca sobre la cabeza de todos, y no es de mucha importancia.
simepre que quiero sentir nostalgia sin sentido la encuentro demasiado rápido, no sé si sea una gran habilidad, o una gran dificultad.

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