lunes, 8 de marzo de 2010

Algo bueno dejó febrero, entre tanta basura, sin darme cuenta.



Y la muchacha me amó como si yo fuese alguien.

Fue una vez, hace tiempo. De aquello guardo alguna fotografía,

dos sábanas azules, lo demás no existe.

Como si yo fuese alguien, ¿quién por ejemplo?

¿El cisne de Avon, Rambo el proceloso o el

Que le mostró los fatuos caminos de la libertad?

Ninguno. Ella me amó como si yo fuese alguien, Otro,

Algo así como el jardinero que sólo existe por

su jardín; como la luna, que ni siquiera sabe

que es la luna.


Y la muchacha me amó como si yo fuese alguien y yo

también la amé, fuego de equilibristas, dos

Espejos frente a frente, llenos y vacíos,

Diferentes e iguales, buscando a quién, quién

es alguien: Alguien es un pronombre indeterminado

y en el habita nadie y yo fui nadie y me amó

y yo la amé, que más puedo decir.


Luis La Hoz