Después de muchas penalidades, decidí salir del espacio de 2x1m en el que casi siempre estuve y tratar de conocer un mundo ajeno para mí, un mundo con colores que nunca pude experimentar.
Sé que pronto, cuando termine el pequeño viaje, tendré que volver a este lugar que tanto detesto pero mientras esté fuera, hay aún motivos para sonreír olvidando los llantos, calmantes y ataques psicotrópicos que mi fobia a los sitios cerrados supone...
Así que, hasta luego ascensorista claustrofóbico, hasta luego por un momento, y bienvenido Trotamudo tartamundos, camina, estírate, hazte heridas para que luego recuerdes las cicatrices que te dejen y puedas recordar los tiempos lejos de aquí que te fueron permitidos
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